Se cumplió el mal fario / Comentarios de un Ciudadano
Las elecciones en los Estados Unidos nos han dejado una lección: Las minorías unidas no tienen la fuerza para poder incidir en el triunfo de un candidato a la presidencia de ese país. Antes de este 8 de Noviembre se pensaba, de acuerdo a las encuestas y a los pronósticos, que era solo de trámite de contar los votos con los que ganaría Hilary Clinton.
Conforme se fueron desarrollando los eventos electorales, los comentaristas comenzaron a aceptar la posibilidad de que Trump ganara la elección; por la noche algunos de ellos manifestaron estar en shock. Ahora México debe entender que se debe de buscar, en unidad, una estrategia global para poder resistir las acciones que se deriven de las promesas del hoy presidente electo de los Estados Unidos.
Lo más grave es el trato que se vaya a dar a nuestros connacionales que viven en ese país, y la presunta afectación a las remesas que envían a México, con un impuesto especial para construir un muro, el cual se ha comprometido a hacer el actual ganador de los comicios, así como el futuro de nuestra industria, comercio y servicios, a la luz de que quiere que se termine el Tratado del Libre Comercio, sin tomar en cuenta los beneficios que tienen los norteamericanos gracias a él.
Hoy estamos frente a un periodo de inestabilidad mundial, pues todos los países tienen sus reservas con respecto a las relaciones que se tendrán a futuro con los Estados Unidos debido a las expectativas que abrió Trump durante su campaña. Un diario neoyorkino dice que con él, al frente de la presidencia, es estar frente al precipicio.
El resultado de las elecciones de inmediato provocó una devaluación del peso de un 8%, lo cual obligó a que saliera el Secretario de Hacienda y el Gobernador del Banco de México a tratar de calmar los mercados, diciendo que nuestra macroeconomía esta fuerte para resistir las presiones que se provocarán por este suceso. Sin embargo se cree que en la reunión del próximo 17 de noviembre del Banco de México, se tomarán medidas a la vista de las presiones actuales y de la salida de capitales, de acuerdo a como se comporten, y ahora las restricciones presupuestales se verán presionadas en vista de la liquidez del mercado. Aunado a éste, las calificadoras auguran que el ritmo de crecimiento bajará debido a la incertidumbre.
Todo esto nos lleva a menor crecimiento, incertidumbre cambiaria, con debilidad del peso, aumento en la inflación y en las tasas de interés.
Nuestra relación con los Estados Unidos no es cosa menor, tenemos la frontera más dinámica del mundo, con 3,185 kilómetros, de los cuales ya en 1,000 de ellos existe una muralla que han estado construyendo los norteamericanos.
El intercambio comercial de los dos países es de $600,000 millones de dólares en su intercambio, y las remesas de nuestros connacionales son en el orden de $27,000 millones de dólares. Mientras, el principal problema de los vecinos es el terrorismo; para nosotros es el narcotráfico y la violencia que causa y la trata de personas.
Nuestras reservas se encuentran en niveles de $175,000 millones de dólares, y la inversión directa de estadounidenses en México es de $175,000 millones de dólares, que son a los que ha amenazado Trump de castigarlos por salir de su país a invertir fuera de él. Nuestras importaciones son mayores a las compras que hacen en los Estados Unidos en todos los países de Latinoamérica, por lo cual si el Banco de México se decidiera a vender dólares, para buscar estabilizar el mercado cambiario, se vaciaría y no lograría gran cosa. Creo que deben tener cuidado en la decisión que se tome, pues al cumplirse el mal fario de que haya llegado a la presidencia de los Estados Unidos una persona como Trump, nos empeora, de golpe, nuestra situación económica.